El equipo de cohetería de la iniciativa estudiantil SpaceTech, de la Universidad de los Andes, participó en la tercera edición del Concurso Colombiano de Cohetería Deportiva 2025, realizado del 23 al 26 de octubre en Medellín, donde presentaron el cohete P.A.T.A.C.O.N. 1 (Plataforma Avanzada de Tecnología Aeroespacial con Objetivo No-orbital) y su sistema satelital S.U.E.R.O (Sistema Universitario de Experimentación de Recursos Orgánicos), ambos diseñados y creados desde cero por los estudiantes. Su propuesta les mereció un reconocimiento por el uso de materiales avanzados y por el desarrollo completo de la misión.
SpaceTech surgió con el propósito de consolidar proyectos estudiantiles en el sector aeroespacial desde programas de pregrado y maestría. La iniciativa reúne estudiantes de múltiples disciplinas: ingeniería mecánica, ingeniería eléctrica y electrónica, ingeniería de sistemas, física, matemáticas e incluso diseño, con el objetivo de crear conocimiento sostenible y transferible. Para ello, se estructuró en diversas áreas: cohetería, nanosatélites, propulsión eléctrica, física avanzada y el desarrollo de un computador de vuelo para aplicaciones futuras.
La división de cohetería, dirigida por el estudiante de Maestría en Ingeniería Mecánica, Santiago González, nació hace menos de un año con el objetivo de formar estudiantes en conceptos fundamentales del diseño, simulación y manufactura de cohetes; un enfoque distinto a proyectos individuales de corta duración. Este modelo les permitió asumir el reto de participar en la competencia nacional, lo que llevó al equipo a concebir un proyecto real: construir un vehículo funcional capaz de volar y desplegar una misión científica.
Para ejecutar el proyecto se organizaron tres áreas principales: simulación y teoría, diseño, y manufactura. Cada equipo contó con un responsable: Martín Benavides (simulación), Luis Alejandro Rodríguez (diseño) y María Alejandra Cardona (manufactura), quienes trabajaron de forma iterativa y coordinada para integrar los distintos subsistemas del cohete. El proceso incluyó validaciones computacionales mediante OpenRocket y software especializado, así como fabricación mediante fibra de vidrio e impresión 3D. Todos los componentes, salvo el motor, fueron desarrollados por el grupo.
El resultado fue P.A.T.A.C.O.N,, un cohete concebido no solo para la competencia, sino como una plataforma reutilizable que permita futuras misiones, investigación y mejora continua dentro del grupo. Su nombre, además de ser un acrónimo (Plataforma Avanzada de Tecnología Aeroespacial con Objetivo No Orbital), rinde homenaje a la identidad colombiana.
El cohete llevó como carga útil un CanSat denominado S.U.E.R.O. (Sistema Universitario de Ensayo con Recursos Orgánicos), cuya función era medir variables como temperatura, humedad y altitud, además de registrar imágenes para evaluar la misión secundaria: la dispersión de semillas mediante un mecanismo centrífugo. La iniciativa buscó explorar el potencial de la cohetería deportiva para labores de restauración ambiental en zonas de difícil acceso. Su desarrollo fue liderado por Jorge Salazar junto a estudiantes de electrónica y física.
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La competencia congregó cerca de 300 participantes distribuidos en tres categorías. En la categoría más avanzada —en la que compitió SpaceTech— participaron 17 equipos. El formato exigía preparar el vehículo antes del día del lanzamiento, sin posibilidad de ajustes durante la prueba, lo que duplicó la presión del proceso. La importancia del peso de cada componente llevó al equipo a medir hasta los stickers del fuselaje, mientras que decisiones críticas como el diseño de las aletas debieron tomarse con anticipación por su impacto en la estabilidad del vuelo.
El lanzamiento validó tanto la manufactura como la aerodinámica de P.A.T.A.C.O.N: el fuselaje de fibra de vidrio resistió las cargas sin daños significativos y el vehículo mantuvo una alta estabilidad durante el ascenso. Para el grupo, el mayor logro fue haber construido un sistema completamente original, operable y replicable, capaz de convertirse en la base tecnológica para futuras misiones más avanzadas dentro de la universidad.
Más allá del reconocimiento recibido, la experiencia dejó un aprendizaje profundo sobre integración de sistemas, validación de modelos y trabajo interdisciplinario bajo presión. Según los integrantes, el proyecto no solo permitió abordar ingeniería real, sino consolidar capacidades y visión de largo plazo para insertar a Colombia en la exploración y desarrollo aeroespacial desde la academia.
¡Felicitaciones a todo el equipo de SpaceTech por el trabajo y la dedicación que hicieron realidad a P.A.T.A.C.O.N.!










